Nuevos datos han confirmado que, entre los pacientes con esclerosis múltiple remitente-recurrente (EMRR), los que desarrollan enfermedad progresiva secundaria (EMSP) tienen una carga de síntomas elevada y una mayor carga de discapacidad.
Nuevos datos han confirmado que, entre los pacientes con esclerosis múltiple remitente-recurrente (EMRR), los que desarrollan enfermedad progresiva secundaria (EMSP) tienen una carga de síntomas elevada y una mayor carga de discapacidad.